Odiados por un gran grupo, venerados por otro amplio sector, los logos han sido el día a día de maisons como Chanel o Louis Vuitton, cuya hegemonía ha conseguido colarse en los armarios de miles y miles de afortunadas personas de todo el mundo. Sin embargo desde hace poco más de una temporada esto ha cambiado gracias a la subversión de logos, que en palabras claras no es más que trastocar y modificar la imagen y distintivo de firmas con fines simpáticos y un toque, a veces, un poco cómico.
Cara Delevingne es una de sus mayores defensoras, la egoblogger californiana Julie de Sincerely Jules se atrevió con su propia versión de Céline, y su camiseta Célfie se vende como churros, pero no todo queda ahí, uno de los gigantes del low-cost, el omnipresente Zara, también se ha lanzado a crear sus propias prendas con logos atacando de lleno a la francesa Hermès.
Esto de que ser fake esté bien visto sigue siendo raro, pero quién sabe, ¿Será este el principio del fin de prendas y accesorios logomaníacos (Los verdaderos, digo)? Por el momento Zara ya se ha sumado a la tendencia, y todos sabemos que esta cadena se equivoca pocas veces. Muy pocas.
- Sudadera Hipster de Zara, por 19,95 euros.
- Camiseta Brave de Zara, por 9,95 euros.
- Camiseta Skater de Zara, por 9,95 euros.
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