De todos los libros de autoayuda que te abruman, hemos sacado tres trucos que de verdad funcionan

De todos los libros de autoayuda que te abruman, hemos sacado tres trucos que de verdad funcionan

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De todos los libros de autoayuda que te abruman, hemos sacado tres trucos que de verdad funcionan

Me gustan los libros de autoayuda como género, así como a algunos les gusta la literatura romántica o el cine de terror. Me gusta su promesa fundamental de arreglar todo lo que va mal en tu vida. Sigue este sencillo sistema de 7 hábitos, 25 pasos, 99 trucos y serás feliz para siempre. Pero todo lo que tengo que cambiar en mi vida me abruma. Por eso me pregunto a veces si alguien consigue realmente sacarles provecho.

Sin embargo con el libro “The Achievement Habit” de Bernard Roth he aprendido no uno, sino tres trucos que realmente funcionan. Será porque el autor es ingeniero mecánico y profesor de diseño en la Universidad Stanford. Quiero decir que no es un “soñador”, las cosas que hace se supone que tienen que funcionar. Fue uno de los que empezó a aplicar los principios de lo que se conoce como “design thinking” a la enseñanza de ingeniería mecánica. En el libro intenta hacer lo mismo, pero con el desarrollo personal.

Autoayuda Que Funciona

Los trucos que aprendí son muy fáciles y lo único que requieren es cambiar un par de palabras en las cosas que nos decimos a nosotros mismos. O sea, modificar la manera en la que formulamos un problema:

  • En lugar de decir “Tengo que...”, decir “Quiero...”. Cuando decimos que tenemos que hacer algo, nos provocamos resistencia interior. Es como si alguien nos obligara a hacerlo, lo que raras veces es verdad. Si decimos que tenemos que hacerlo, normalmente es porque hemos elegido hacerlo. Decir que queremos hacerlo hace que la tarea nos pese menos, nos sentimos más dueños de nuestras vidas. Puede que la tarea siga siendo desagradable, pero por lo menos queda claro quién manda aquí.

  • Cambiar el “pero” por el “y” o “además”. La palabra “pero” puede parecer muy inocente, pero tiene un efecto muy destructivo, ya que es capaz de transformar cualquier frase en una negativa. El “pero” cierra la conversación: “Me gustaría viajar, pero volar en avión me da miedo”. No hay nada más que hacer. Si en cambio decimos “Me gustaría viajar y volar en avión me da miedo”, nuestro cerebro reconoce un problema con dos condiciones y se pone a buscar una solución. Puede que sea un crucero, un viaje en bici o incluso a pie. O un curso para superar el miedo a volar.

  • Dejar de decir “Me da miedo...” y empezar a decir “Me gustaría...”. Cuando hablamos de todo lo que nos da miedo hacer, pensamos en las consecuencias negativas que pueden tener nuestros intentos: “Me da miedo decirle a mi jefe que quiero un aumento de sueldo porque pensará que sólo me interesa el dinero”. Cuando hablamos de lo que nos gustaría hacer, nos centramos en las consecuencias positivas de los mismos actos, lo que nos podría dar la motivación necesaria para hacerlo: “Me gustaría pedir un aumento de sueldo porque así podría hacer ese viaje a Bhutan”.

Mejora Personal

He probado usar estos trucos y funcionan. La semana pasada he cambiado el “Tengo que recoger la casa y trabajar un par de horas” que sonaba en mi cabeza por el “Quiero recoger la casa y trabajar un par de horas” apuntado en mi agenda. Funcionó. Luego probé con algo más difícil: “Quiero descargar el lavavajillas”. ¡Funcionó!

Prueba tú también y luego cuéntanoslo.

Fotos | Unsplash

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