De Rosa a Amaia de España: así ha evolucionado Operación Triunfo desde sus comienzos

De Rosa a Amaia de España: así ha evolucionado Operación Triunfo desde sus comienzos

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De Rosa a Amaia de España: así ha evolucionado Operación Triunfo desde sus comienzos

Se acerca un momento agridulce para los seguidores de Operación Triunfo. El programa está llegando a su final, así que no queda nada para conocer a nuestro próximo representante en Eurovisión. Por otro lado, ¿ahora qué haremos los lunes por la noche sin nuestra gala favorita? Esta edición de triunfitos ha conseguido encumbrar el programa de nuevo a lo más alto, como ya hicieron en su día Chenoa, Bisbal y Bustamante. Sin embargo, si echamos la vista atrás las diferencias entre la promoción de 2001 y la de 2017 son abismales: aquí os recordamos unas cuantas.

El manejo del inglés de la generación millennial

Imposible olvidar las patadas al diccionario inglés que daba Rosa López sobre el escenario y esas clases en las que, más que aprender la letra de la canción, aprendían su fonética sin saber lo que estaban diciendo. Hemos pasado de "Europe's living a celebration" a un manejo perfecto del idioma anglosajón, con casi todas las canciones de las galas en el lenguaje de Shakespeare (¡y se entiende!)

La cultura musical también ha mejorado

Quien se enganchara a la primera generación de OT recuerda perfectamente las clases de canto, gimnasia y baile que traían locos a los concursantes. Más de una vez vimos a Busta llorando por las esquinas por no dar abasto. ¿Qué habría sido de ellos en 2017? Ahora las asignaturas se han multiplicado y los aspirantes a Eurovisión dan el callo demostrando que saben de todo. Desde las clases de cultura musical de Guille Milkyway que manejan a la perfección hasta el dominio de instrumentos musicales.

Corría el rumor de que Bisbal sabía tocar la guitarra, pero él mismo lo desmintió. Ahora Agoney toca la trompeta, Nerea, Aitana y Amaia el piano, aunque esta última también maneja la guitarra, la batería y el ukelele; Ana Guerra sabe tocar la flauta travesera, Cepeda la guitarra, Marina la viola, Miriam compone música y toca la guitarra, al igual que Roi. Además, muchos han actuado ya en musicales, crean sus propias canciones y son enamorados de música mucho más internacional que la generación 1.

Es el OT más inclusivo y diverso de la historia del programa

En 2001 no se hablaba de eso en televisión, pero imaginamos que de los 18 concursantes de la primera edición, habría colectivo LGTB. Pero el programa se centraba en la música y los concursantes también. A eso ayudaba mucho lo de que no hubiera un canal 24 horas y solo se emitieran los trozos de programa que interesaba emitir.

Ahora que lo vemos todo no se nos escapa ni una de las relaciones que ocurren dentro de la academia. Y los jóvenes son muy abiertos con su sexualidad y sus orientaciones. El hecho de que Agoney y Ricky presuman de su amor es todo un hito en la televisión nacional. Lo mismo ocurre con Marina y Bastian, que no esconde su transexualidad. Toda una lección que estos millennials lanzan al mundo en contra de la discriminación. Tanto es así que ha llegado hasta el Congreso.

Y también el más feminista

No solo se tratan derechos del colectivo LGTB, también de las mujeres. Y están muy presentes en el día a día de la academia, siendo un tema que ha salido a la luz en diferentes ocasiones. No recordamos a Manu Tenorio declarándose feminista, pero jamás olvidaremos a Alfred o Amaia gritándolo a los cuatro vientos.

Las redes sociales

Nos parecerá cosa del Jurásico, pero en 2001 no había redes sociales. De hecho, mandábamos mensajes para salvar a los triunfitos de la expulsión. Sí, mensajes de texto. Y para votarles, había que llamar por teléfono. Ahora se vota desde una app y todo lo que ocurre se sigue al minuto con el hashtag #OT. ¿Imagináis lo que habrían reventado Twitter Bisbal y Chenoa cantando Escondidos? Si hubiera existido, claro.

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El cambio del concepto 'triunfito'

A principios de los 2000 este calificativo se utilizaba de forma despectiva para referirse a los cantantes en España, haciendo referencia a los ex concursantes de Operación Triunfo que habían versionado, pirateado y vendido discos con canciones de otros artistas nacionales e internacionales. Estas vinieron marcadas por baladas, duetos, música latina y, en general, el mainstream más famoso de la época, por lo cual fueron muy criticados.

Ahora la cosa cambia y la cultura musical se ha enriquecido. Ya no es solo música del gran público (que también). Junto a Ed Sheeran o Rihanna se oyen temazos de Vetusta Morla o Zahara, mucho más indie y lejos del circuito mainstream. Estos cantantes están encantados de ser versionados por los jóvenes del concurso, twitteando sobre ellos e incluso visitándoles en la academia. Hasta han conseguido elevar la popularidad de algunos de ellos al cantar sus canciones en prime time. Efectivamente, ahora mola mucho ser un "triunfito", adjetivo que ellos llevan con orgullo.

Los triunfitos originales siempre serán recordados por su amistad, su apoyo mutuo y ese "A tu lado me siento seguro" que todos hemos coreado a gritos. Pero el tiempo pasa y las cosas cambian. Y a juzgar por la nueva generación OT 2017, podemos decir que los jóvenes vienen pisando muy fuerte.

Fotos | Gtres, Youtube, @otamaiacf.

En Trendencias | El vestido con el que anoche Amaia de OT lo petó cuesta 66 euros y es de una marca escocesa algo desconocida.

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