No para, mientras el resto de los mortales estamos descansando sobre una esterilla o acomodándonos poco a poco al regreso al trabajo, Lady Gaga es omnipresente, nos topamos con su rostro a cada paso y eso es porque está de promoción. Pero no sólo promociona su último single.
Hoy en día para vender, lo que sea, has de vender tu cuerpo, tu sonrisa, tu alma. En estos tiempos difíciles, todo sea por conseguir tu meta, sea vender limones o tu voz. Lady Gaga se enfunda en su personaje y ha decidido que ella este verano, en pleno agosto, con Nueva Yor quemando por todos los poros, va a vender moda de otoño, moda de la buena. Ha empezado con su look de Balmain para asistir a la radio Z 100 y es claro está, de otoño 2013.
Axfisiaíta debe estar la señorita con sus sempiternos botines de Alaia, sus gafas de Ford y ese look de cuero plisado que la tapa el cuerpo hasta el desmayo, excepto las piernas. Qué mona a las 10 de la mañana ¿o no?
Su periplo para promocionar el single Applause ha continuado con su visita al show de Howard Stern y su estilismo de Balmain otoño 2013 estupendo en Navidad, jersey de mohair y pantalones de satén. Ay qué desazón...y qué calores.
Continuamos con otro Balenciaga, esta vez un poco más fresquito pero igualmente negro con el que asistió al programa Good Morning America. Eso, que desayuna la gag con un poco de negro, otro de gafas tintadas de Tom Ford y total, esa especie de sensación de que no son las 10 sino las 6 de la tarde. Al menos luce sandalias, de Ruthie Davies.
Y para terminar, otro look de esos que nos provocan vahídos, otro Balenciaga, con el que acudió al Chateau Marmont. Muy mona ella y agrietada por la solana.
¿Y el detalle bicolor de sus sandalias?
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