Para este sábado he buscado un look de transición. Empieza el calorcito y ya vi la semana a una compañera sin medias en una presentación. El eje fundamental, un vestido de Carven. Contrastes del drapeado negro en el cuerpo y una falda beige con bolsillos.
Cómodo, elegante, sencillo, y con esa mezcla de tonos que te permite jugar con los tejidos, los colores, combinando o destacando bolsos y zapatos.
De hecho, la elección del bolso ha sido muy sencilla. Estamos casi en la primavera y hay que ir lanzándose a los colores. Bolso de YSL en azul. Un color que viene pegando muy fuerte y que me encanta en todas sus tonalidades.
Los zapatos, en azul también. Y en formato botín, como el que vimos de Chanel. Es el modelo Nikoletta de Christian Louboutin. Además, se añaden transparencias.
Como complemento, esta pulsera de Simon Harrison, cristales Swarovski, fondo azul... un poco de cielo en nuestra muñeca con destellos en cada movimiento.
Si hace frío no os preocupéis, he pensado en un abrigo tipo gabardina para la lluvia y el viento. La elección, este modelo gris de Max Mara, Novalla. Uno de los colores básicos del invierno y un básico también en nuestro armario, pero con un diseño perfecto, desde el cuello (precioso) pasando por el estilo y la cintura.
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