Se preguntaba hoy Adriana Icaza algo que deberíamos analizar, ¿hacia dónde va el lujo? El mundo del lujo es como si debatiera en una doble vertiente: la ostentación y la invisibilidad.
Cuando entrevistamos a Jem Bendell nos dimos cuenta de una nueva vertiente de este mundo que nos apasiona: "El nuevo concepto del lujo: sostenible, diferente, sensacional, basado en las experiencias…" Sí, sensacional. Algo que queda muy lejos de la ostentación que países emergentes en este sector exclusivo están desarrollando.
Creo que a todos nos vienen a la mente los ricos y sus excentricidades de Rusia, China, Emiratos Árabes, incluso la India. Países donde el lujo antes era impensable y hoy por hoy es una realidad. Dicen las tendencias que ese lujo está acabado. Quizá, pero no para ellos. Y dicen que son los que están manteniendo este mercado del lujo.
Si no fuera de esta manera, la expansión a Oriente, la apertura de tiendas, el desarrollo inmobiliario, los centros comerciales exclusivos, no tendrían sentido ni nos fascinarían tanto, ¿no? Vale, barcos de lujo a un lado, ¿el futuro del lujo es un mercado invisible?
No estoy segura, pero sí que camina hacia el no logo, hacia las experiencias, hacia lo desconcido, hacia la comodidad, hacia la calidad de vida, hacia los momentos exclusivos. Ya sean delicatessen gourmets, vacaciones de lujo, experiencias de compras únicas, y, sobre todo, como dijo María Eugenia Girón, "el lujo no es derroche, sino la esencia, la perfección".
¿Vosotros qué pensáis? ¿Hacia dónde va este mundo del lujo?
En Embelezzia | Lujo
