En unas semanas Louis Vuitton inaugura su primera boutique dedicada en exclusiva a la relojería y la alta joyería. El lugar, visita obligada, el número 23 de la emblemática Place Vendôme, a tan solo unos metros de 4, rue Neuve des Capucines, la histórica dirección en la que Vuitton estableció su primera tienda en 1854, cuna del savoir faire de la maison.
Toda la excelencia del know-how de Louis Vuitton en marroquinería y moda estará presente en los talleres de alta joyería, ubicados en el ático de un elegante edificio del s. XVII donde todavía se encuentran los antiguos bancos de trabajo en los que se han sentado maestros joyeros generación tras generación.
La firma ha creado una luminosa vitrina con una gran vista sobre Place Vendôme. El nuevo espacio será fuente de inspiración para los maestros. Contarán piedras preciosas de todo el mundo que terminarán en el taller, no sólo nuevas, sino también clásicas. Además, se crearán piezas únicas que retomarán el L’Ame Du Voyage de Louis Vuitton.
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