Ahí, en la foto superior, ves una de las siluetas más emblemáticas de Dubai: la ola gigante hecha hotel de lujo justo en el momento previo a romperse: es el Jumeirah Beach Hotel. En la foto inferior puedes apreciar del todo el sentido a su arquitectura.
Te pillé: pensaste que me refería al Burj-al-Arab. Lo cierto es que son dos edificios que se suelen dar a conocer por separado, hablando de ambos hoteles individualmente pero comparten la orilla de la misma playa.
Disculpad la poca calidad de la foto inferior pero quería mostraros el color real de las aguas del Golfo Arábico que para nada son del azul intenso de las demás fotos cogidas de su página web: es verde y muy soso para un mediterráneo.
Vale, ahora fijaos en el punto más alto del Jumeirah Beach Hotel, donde ondean un par de banderas. Ahí existe un bar con terraza con la vista más espectacular del Burj-al-Arab y, si es de noche, mucho mejor.
Primero, porque de noche no te asas como un pollo al sol y, segundo, la vista nocturna con todas las luces encendidas a lo largo de Jumeirah Beach y el esplendor del juego de luces del Burj-al-Arab es todo un espectáculo.
Lo cual es genial porque, si vais a visitar Dubai y no os alojáis en el Jumeirah Beach Hotel, siempre podeis subir a tomar algo y disfrutar de una panorámica alucinante, la que disfrutan los clientes de los últimos pisos del hotel.
Lástima que no incluyan esa foto en la galería del Jumeirah Hotel pero podéis haceros a la idea mirando las que os he incluído en este post. Fijáos en la diferencia de altura de los dos hoteles en la foto aérea de día e imaginaos lo imponente que será ver el Burj-al-Arab.
El juego de luces e imágenes sobre este último es abrumador. Suelen utilizar su silueta frontal como una gran pantalla y jugar con focos de colores y degradados. Snif ... no tengo fotos de eso.
También se puede encontrar reflejada una imagen gigante de su Príncipe heredero si hay alguna celebración política o nacional, que en resumen son lo mismo en ese país.
Y esta foto está tomada a medio camino del puente que une tierra firme con el famoso Burj-al-Arab sobre su isla artificial. Como veis, están muy cerca el uno del otro, les separan sólo unos 230 metros. ¡Tenéis que ir!
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