Durante mucho tiempo, el champán Bollinger fue el favorito de James Bond, y apareció en, nada más y nada menos, que dieciséis películas de la saga. Pues bien, acaba de ponerse a la venta, en las Galerías Lafayette de París, un crofre de lo más exclusivo de cara a las Navidades y fiestas de Fin de Año.
Los próximos meses van a ser moviditos en la maison Bollinger. Después de celebrar el cincuenta cumpleaños de su icónica cuvée, la Bollinger R.D., lanzada en el año 1961, la firma ha decidido tambien rendir homenaje a la última vendimia del siglo XX.
Para tan magna ocasión, la maison Bollinger ha sacado de su impresionante reserva una edición limitada de trescientos cincuenta jéroboams del Bollinger R.D. 2000. Por un lado, 300 cofres de madera y por otra un set excepcionalmente raro, del que sólo se han fabricado 50 ejemplares.
Esta Bollinger Experience es un homenaje al savoir-faire y a los maestros artesanos franceses que son capaces de ofrecer siempre de lo bueno lo mejor. Esta edición limitada y numerada está firmada por el diseñador francés Eric Berthes.
Un mueble singular y bizarro, cuyas líneas se inspiran en el universo del automovilismo. Realizado en madera lacada, con adornos en cuero, y una cubeta en estaño, lleva también ocho copas Bollinger fabricadas por Riedel sin olvidar la famosa botella jéroboam de tres litros.
Las restantes trescientas cincuenta botellas irán custodiadas en un cofre de madera, color chocolate, personalizado gracias a una placa de latón gravada y numerada.
Para los connaisseurs, comentar que el Bollinger R.D. 2000 está constituido por 16 crudos de entre los cuales el 76% son Grands Crus, y el 24% Premiers Crus. Un ensamblaje que puede también traducirse por una composición de 63% de Pinot Noir, y un 37% de Chardonnay.
Un dato más: todas las jéroboams de tres litros fueron descorchadas el 007/07 del 2012… ¡Os dejamos adivinar el motivo!
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