Se acercan las Navidades y con ellas todas las celebraciones posibles en las mesas del hogar. Un tiempo del año para disfrutar en casa con una mesa decorada con mimo, platos elaborados con recetas de la família y postres a los que no queremos renunciar saltándonos la dieta con gusto. Entre los vinos a elegir, os propongo descubrir Ino de Masía Serra.
Ino es un vino generoso dulce de Masia Serra, una de las muchas pequeñas bodegas del Alt Empordà, Girona. Como presentación os diré que no soy fan de vinos dulces pero Ino es mi excepción en mayúsculas. En la cata en la que participé me bebí mi copa y la de mi acompañante.
La viña data de 1961 y los cuatro vinos DO Empordà elaborados en la masía de Cantallops tienen nombres basados en la mitología clásica: Gneis, Io, Ctònia e Ino. Ino era tía de Dionísio y le hizo de madre a petición de Hermes. Una romántica forma de explicar el 5% de la barrica de 1860 que se añade a su cupaje.
Ino, vino generoso tipo dulce
Como todo vino dulce que se precie, envejece en barrica de roble francés. La uva de las cepas de Garnacha roja se recoje a mano y, tras pasar por las cuvas inoxidables para su fermentación, se llenan las viejas barricas. Se mezcla con vinos dulces de añadas anteriores más el 5% que proviene de la barrica madre. Estas barricas madre añaden solera al vino, antiguamente existía en todas las masías. La de Masia Serra data de 1860.
El color de la botella de 50 cl. de Ino transmite ese grado aromàtico intenso, una promesa golosa. De color oro viejo, su complejo aroma descubre notas afrutadas, óxido, especias y frutos secos. Tiene una graduación de 16º. Se producen unas 1200-1300 botellas al año.
Ha sido alabado y cualificado con altas puntuaciones por expertos como Stephen Tanzer de la revista "Internacional Wine Cellar", Rober Parker de la revista "The wine advocate" y estaba incluído en la carta de vinos dulces del desaparecido restaurante El Bulli.
Cata
Olvídate de los vinos dulces que hayas probado hasta ahora que te dejaron mal sabor de boca. No deben ser ni pastosos ni tan extremadamente dulces. Debes poder beber toda la copa sin saturarte y quedar con ganas de más.
Ino tiene un sabor intenso y complejo, vas descubriendo todos sus aromas y sensaciones poco a poco. Aromas de fruta confitada, pasas, especias y el tostado que le proporciona el roble.
En boca es sabroso, intenso y fresco, largo. Puede presumir de un gran equilibrio y una excelente estructura. A los que no os gusta encontrar el alcohol, os va a encantar porque no molesta, no se nota: sólo se disfruta. Las sensaciones de rancio y óxido no agreden, están presentes sin ofender. Este vino dulce rompió mis esquemas y os recomiendo que lo probéis.
Un maridaje perfecto con foie-gras, frutos secos, chocolate, quesos azules. En la época del año que estamos añadiría las cajas de bombones, de marrons glacés y con el roscón de Reyes. Se me está haciendo la boca agua solo pensarlo.
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