Ver lo que está pasando en el Empordá con los incendios te puede llegar a dejar sin aire. Así que he pensado que era un buen día para rendir tributo a estos paisajes, concretamente a la Finca Garbet del Castillo de Perelada.
Dicen que es la joya de la corona. La cuna del prestigioso vino Finca Garbet. Cuenta con 12 hectáreas a orillas del Mediterráneo, al norte del Cap de Creus, en terreno montañoso de composición pizarrosa, que obliga al cultivo en terrazas. Además de disfrutar de unas vistas únicas y sentir como el aire te puede hacer casi volar.
La famosa Tramontana ejerce un control natural de las plagas y permite reducir al mínimo el uso de fitosanitarios. Ya nos lo contó Cris hace poco, la tierra da todas las características únicas a este lugar.
El verano es el mejor momento para la producción, pero es posible que las consecuencias de este se dejen notar al largo plazo. Esperemos que uno de los vinos más mediterráneos, el Finca Garbet, siga cosechando premios.
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