Embelezzia desde Alimentaria 2010: catamos Full Moon, Aceite de Oliva Virgen Extra español

Embelezzia desde Alimentaria 2010: catamos Full Moon, Aceite de Oliva Virgen Extra español
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No he podido resistirme a visitar la Alimentaria 2010, la segunda feria de alimentación más importante del mundo después de Anuga en Alemania. Desde Barcelona, estoy yendo de stand en stand para informaros de lo más gourmet de este evento (y probando, catando y oliéndolo todo).

Vinos, cavas y champagne, quesos, caviar, jamón ibérico y aceites de oliva vírgenes de la más alta calidad. Los productos españoles gozan de un merecido prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras: es un placer descubrirlos y hablar de ellos.

Ayer estuve en el pabellón 8 donde ubicaron La España de los Aceites. Cada vez son más los expertos y los interesados en catas de aceite de oliva vírgen y hablaremos de ello en más de un post. Ahora quisiera hablaros de Full Moon, uno de los productos más exclusivos de la marca Pago Baldíos San Carlos.

La marca Pago Baldíos San Carlos

Pago Baldíos San Carlos es toda una referencia en el mundo del oro líquido y sus aceites de extraordinaria calidad han recibido diversos premios. Los últimos han sido sendas Medallas de Oro 2009 en Cata-Concurso Extrema Selección España y en el Concorso L’ Orciolo D’Oro Pesaro, Italia.

Sus botellas encierran aromas y historia ya que es una empresa familiar extremeña que lleva la agricultura en las venas desde el siglo XVIII.

Cuentan orgullosos que sus productos son apreciados y utilizados en cocina por la plana mayor de los chefs (Adriá, Berasategui, Arzak, Pedro Subijana, Sergi Arola, ...) y en hoteles como el Ritz, Sol Melià o el Hotel Puerta América entre otros.

Los aceites de oliva de la zona tienen características identificativas por la influencia del microclima del Valle del Tiétar, Cáceres: sabor afrutado intenso.

Full Moon, el Aceite de Oliva Virgen Extra con propiedades misteriosas

Todos sus aceites de oliva son Virgen Extra, primera presión en frío sin filtrar y la acidez máxima es de 0,1º. Pero el Full Moon tiene además otras propiedades muy particulares, tanto como su especial packaging en botella cuadrada.

Un color negro y un cristal opaco muy elegantes que contienen un aceite de oliva que recogen durante la semana de Luna Llena del mes de octubre. Si crees en la magia de la Luna, en las armonías de sus fases y propiedades positivas de nuestro satélite natural, Full Moon tiene ese plus añadido.

Full Moon 2

La cata y mi sensación

Este aceite de oliva es de aceitunas Arbequina, una de los dos variedades de la finca junto a la Cornicabra. Cuando no eres un experto catador como yo, hay que seguir las instrucciones de quien sí sabe. Mi agradecimiento a la amable encargada del stand que me inició en esta labor apasionante que espero cultivar con paciencia.

Lo primero, el olfato: tiene un aroma ultra-refrescante, muy agradable (después supe que era la nota de hierba fresca). Chispeante diría yo (picante, me dijo ella). Se llena inmediatamente la nariz hasta lo más profundo de la garganta. La nota afrutada me pareció de tomate fresco (¿influenciada por el pan con tomate catalán?) un toque goloso que me encantó. Mi vecino en la cata sugirió frutas del bosque, y coincidimos.

Al probarlo, todos esos aromas se plasmaron en la boca: el frescor, el verde, la fruta y una sensación energética. Me encantó. Es muy distinto de los aceites de oliva de acidez elevada a los que estoy habituada. Lo utilizaría en ensaladas con ingredientes de sabor suave o como aderezo en pescados blancos al grill como el gallo o el rape. La verdad es que solo con pan francés estará delicioso.

Tras los aceites de oliva, me fui al pabellón donde se desarrolaba InterVi. Igual de repleto hasta los topes pero os contaré sobre un vino blanco Picapoll, una variedad rescatada tras el desastre que la Filoxera ocasionó en 1880 en el Empurdà catalán.

Más información | Pago Baldíos San Carlos En Embelezzia | Alimentaria 2010, Gourmet de lujo

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