Chanel acaba de desvelar su nuevo spot publicitario, sobriamente interpretado por el hombre que valía siete millones, el llamado Brad Pitt, que envía su mensaje filosófico mirando a la cámara.
Para que este enfoque personal resulte más efectista, han desvestido la escena de todo tipo de artificios. El uso de esta narrativa en blanco y negro, que se ha empleado por una función tanto estética como simbólica, representa un viaje al pasado, a la nostalgia, a las ensoñaciones, con un cierto fin didáctico, al que se ha procurado dotar de formalidad gracias al tono de voz empleado por el actor, y a esa atmósfera un tanto trágica y gris.
No es un viaje. Todos los viajes tienen un fin, y hacia allí nos dirigimos. El mundo cambia, y nosotros cambiamos con él. Las ambiciones se desvanecen. Los sueños permanecen, pero allá donde esté, también estás tú, mi suerte, mi destino, un talismán… Chanel N°5: ¡Ineludible!”.
Y es que esa vocación de trascender, de ir más allá del plano físico, de que algo de nosotros permanezca es un clásico, una constante en el ser humano - como lo ha sido el perfume Chanel N°5 a lo largo de los últimos casi setenta años. ¡Seguro que Marilyn estaría de acuerdo!
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