Nuevo nombre, viejos problemas y 3 millones de euros. El balance final.

Nuevo nombre, viejos problemas y 3 millones de euros. El balance final.
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Carrusel final de Jesús del Pozo desde el backstage


“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” Esta frase de Albert Einstein resume a la perfección el espíritu con el que desde la organización de la recién estrenada Mercedes-Benz Fashion Week Madrid parecían encarar esta edición: una nueva fecha al principio del calendario de desfiles para no coincidir con los desfiles de la Semana de la Moda de Londres y que atraería la presencia de mayor número de prensa extranjera y un nuevo patrocinador que además de rebautizar la pasarela permite que el presupuesto sea el mismo de la edición anterior (3 millones de euros) a pesar de la reducción de las subvenciones públicas que habían sufrido.


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Fotógrafos en el backstage de Roberto Verino


Ahora quizás sea el turno de aplicar esa misma máxima a la selección de firmas que desfilan y preguntarse si el sistema que utilizan ahora para participar es el más adecuado y lógico para conseguir fortalecer una industria de la moda que poco tiene que ver con el mundo real. Porque no es sostenible que una pasarela presente colecciones que no van a ser fabricadas, distribuidas ni vendidas porque esas marcas no tienen fábricas, tiendas ni clientes a los que vender. Algo que puede ser comprensible en un diseñador que está empezando con su firma pero no en marcas que llevan años de presencia y que independientemente de la calidad de las colecciones que desfilan no llegarán nunca a las tiendas, convirtiéndose esos desfiles en un simples escaparates del nombre del diseñador para vender toallas, desodorantes o caramelos Pez. Aunque no moda, que es de lo que se trata.

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Abrigo de Miguel Palacio


Y es que lo que está claro es que existen otras posibilidades. Hoss Intropia y Miguel Palacio son el ejemplo de una colaboración exitosa y que ha supuesto un beneficio para ambas partes y otros diseñadores como Juanjo Oliva se ha apuntado a esta fórmula, en su caso con El Corte Inglés y a partir de esta primavera se podrán comprar en 30 puntos de venta repartidos por todo el país. Quizás sea ese el camino cuando por si mismos no pueden tener nada más que un showroom.

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Trenka de Juanjo Oliva. La mejor salida del desfile


Por lo demás, esta ha vuelto a ser una edición marcada por las paradojas. En una temporada Otoño/Invierno en el que las pieles han estado presentes en muchos de los desfiles e incluso dos peleteros, Jesús Lorenzo y Miguel Marinero, presentaron sus colecciones dentro del calendario oficial (también lo hizo el mejor peletero de España, Santiago del Palacio, pero en el Off) el premio a la mejor colección fue para Teresa Helbig, una diseñadora que no se fija nunca en el almanaque ya que siempre diseña ropa para el verano.

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 Vestido de Teresa Helbig


La música que acompaña a los desfiles siempre es tema de conversación, y en esta edición gracias al streaming que permitió ver todos los desfiles a cualquier interesando, también dio la oportunidad de ver como hasta tres diseñadores (Victorio & Lucchino, Juanjo Oliva y Kina Fernández) caían en el hype de este recién estrenado 2012 , Video Games de Lana del Rey (para oírla pulsa aquí), y que precisamente es la portada de este mes de Vogue UK, demostrando la poquísima originalidad que tienen algunos y lo poco que les importa repetir.

Otros sin embargo, como David Delfín, conocen perfectamente como funciona el show y no tienen ningún reparo en cerrar su desfile con Alaska, Mario Vaquerizo y Bimba cantando “Absolutamente” un clásico de Fangoria que les aseguraba unos segundos valiosísimos en el telediario y unos cuantos minutos cuando se emita la segunda parte del reality que Alaska y Mario están grabando para la MTV y que los siguió durante su estancia en Ifema.

Como ocurre siempre, se han visto sobre la pasarela madrileña algunas de las tendencias presentes en las grandes marcas internacionales como los años 20, las flappers y el jazz; el ladylike o la inspiración en Balenciaga, todo siempre desde una óptica muy comercial debido al pragmatismo que no queda más remedio aplicar por la crisis pero que nos hace pensar a muchos el motivo por el cual huían antes de ella.

Sin ser esta edición ninguna revolución puede que estemos en un punto de no retorno y que cada vez más personas hayan llegado a la conclusión de que la solución a todos estos asuntos se encuentre en otra frase de Einstein: No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos.

Ojalá. Y si no, siempre tendremos el Off, donde parece que se refugia el talento de la moda en este país.

Fotos | Image.net

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