Y por fin ha llegado uno de los acontecimientos más esperados del año: la gala del Metropolitan que este año estaba destinada a encumbrar a la modelo como musa. Desfile infinito de celebrities por la alfombra roja del Metropolitan de Nueva York para dar la bienvenida a un evento en el que el cine o la música no son la excusa: la moda es la protagonista en solitario.
¿Empezamos? Porque la lista de invitadas es eterna, y algunas ya sabíamos como iban a ir vestidas o de quién iban a ir acompañadas.
Rompemos el hielo con las chicas de Stella McCartney: Liv Tyler, de azul zafiro, Kate Hudson, de color oro, y Kate Bosworth, de encaje negro, las tres, al más puro estilo diva de Hollywood, austeramente elegantes y sin demasiado aspaviento.
Porque para aspaviento, por ejemplo: Elizabeth Hurley y su inconmensurable gown que nos recuerda irremediablemente al de Penélope Cruz en los Oscar 2007, firmado por Elie Saab.
Nada que ver con las chicas de corto como Diane Kruger, de Chanel Alta Costura Verano 2009 (esa colección que parecía íntegra de vestidos de novia), Jessica Stam, de Rodarte otoño-invierno 2009/2010 o Helena Christensen, de Zac Posen.
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Maravillosa en grado sumo iba una de las primeras supermodelos: Paulina Porizkova, con un sencillo vestido túnica en color melocotón de Halston.
Maravillosas también estaban Lakshmi Menon y Joy Bryant acompañadas por su diseñadora de cabecera: Rachel Roy.
Y la lista de latinas la inaugura un trío de ases sexys: Eva Mendes, de Calvin Klein, Jessica Alba de Jason Wu, y Rosario Dawson, de Diane Von Furstenberg.
De Bally iba una escueta Rachel Bilson con un minivestido color esmeralda y melena larga y lisísima: muy guapa.
Clásica y en blanco y negro por Oscar de la Renta: Oluchi.
Y de dorado y súper corto también, January Jones , de Michael Kors, y Hilary Rhoda, de Thakoon.
Lo mismo que Molly Sims, de Dolce & Gabbana.
Tambien de Kors pero en negro: Carmen Kaas.
A lo Marylin Monroe se presentaba una casi irreconocible Agyness Deyn escoltada por otra de las supermodelos de los sesenta: Twiggy, ambas vestidas por Burberry.
Y horrorosa de los horrores aparecía Rachel Weisz (¿y esos labios?) de Vera Wang.
Y ahora una adivinanza…¿a quién pertenecen éstas maravillosas piernas y sus consiguientes estrambóticos zapatos?
Pues sí: a una de las más esperadas. Victoria Bekcham, obviamente del anfitrión Marc Jacobs.
Seguid atentos porque esto no hecho más que empezar….
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