En un mundo que cada vez avanza más rápido a pesar de que los días siguen teniendo 24 horas, a veces es necesario hacer una pausa. Nosotras soñamos con una escapada a alguna de las seis cabañas más bonitas de España para desconectar de verdad un fin de semana en plena naturaleza, pero como sabemos que encontrar el hueco idóneo para algo así puede ser un poco más complicado y no es un capricho que nos podamos dar de forma habitual, confiamos en el día a día en el yoga. Sí, sí, porque a estas alturas nadie va a discutir ya los beneficios de esta práctica tanto a nivel físico como mental.
Lo más curioso es que ahora hemos descubierto, a través de la web Money Control, que hay siete asanas, es decir, siete posturas de yoga, que además nos ayudan a cuidar nuestra piel. De acuerdo al experto en esta disciplina Naveen Sharma, “el yoga va más allá de la relajación y la fuerza física. Practicarlo con regularidad puede beneficiar la mente, el cuerpo y el alma. Además, algunas asanas afectan positivamente la piel a través de una mejor circulación, desintoxicación y reducción del estrés”.
De acuerdo a este reportaje de Times Of India, el país asiático donde se originó el yoga, un buen control de la respiración, pranayama, algo a lo que ayuda esta serie de movimientos, es beneficioso para reafirmar la piel y conseguir que esta esté más tersa, ya que además puede activar la producción de colágeno evitando así la aparición de arrugas o retrasándola.
Igualmente, según la misma publicación, conseguir ese color de mejillas sonrosado fresco y jovial que tan de moda está y para el que te aconsejamos estos cinco coloretes en crema, también es posible gracias al yoga debido a cómo activa la circulación, algo que comentaba para Money Control el experto Naveen Sharma. Esto mismo es lo que consigue que a través de las asanas que veremos a continuación de forma detallada la sangre circule por las zona del rostro de forma más intensa transportando el oxígeno, lo que favorece la regeneración de la piel.
Igualmente, de acuerdo con Times of India, la práctica del yoga ayuda a abrir los poros, consiguiendo así que la piel respire, consiguiendo lo mismo que el flujo aumentado de la circulación de la sangre.
Algunos datos
Aunque aún es necesario que los científicos profundicen más en este tema, según un estudio al respecto de la doctora Kavita Beri, perteneciente al Centro para la Investigación Dérmica del departamento de biomateriales de la Universidad Estatal de Nueva Jersey, la práctica del yoga ayuda con la regulación de la insulina y el control de la glucosa, lo que se traduce en una mejora e incluso inversión de la glicación.
De acuerdo al blog especializado de la marca The Chemist Look, la glicación es una reacción química que se da de forma espontánea cuando la glucosa que circula por la sangre interactúa con las proteínas de la piel. El resultado es la formación de productos finales de glicación o AGEs (Advanced Glycation End products). Tanto en este post como en el estudio de la doctora Kavita Beri se deduce que esto implica una desorganización de las estructuras de la piel y una pérdida de función de determinadas proteínas como el colágeno y elastina. Además, provocan daño oxidativo e inflamación.
Por otra parte, del estudio de la científica también cabe destacar que señala que determinadas asanas estimulan la regeneración de células en el hígado y el páncreas, lo que a su vez también puede influenciar en el control de la glicación. La doctora Kavita Beri también resalta la importancia de la activación del flujo sanguíneo a través de la disciplina.
Uttanasana (flexión hacia delante)
Esta primera postura aumenta el suministro de oxígeno a las células de la piel gracias al flujo de la circulación sanguínea, lo que ayuda a eliminar las toxinas del sistema. Además, es una asana relativamente sencilla, para ponerla en práctica solo tienes que seguir los siguientes pasos:
- De pie y con la postura erguida, separa los pies a la altura de las caderas.
- Exhala mientras te inclinas hacia adelante flexionando las articulaciones de la cadera a medida que vas alargando el torso. Conforme vayas avanzando en la práctica, la flexión ha de ser más profunda.
- Las palmas de las manos han de descansar en el suelo o sujetar los tobillos.
- Para terminar, inhala y levántate lentamente hasta volver a la posición inicial.
¿Quién debería evitar esta postura o practicarla de forma supervisada?
Las personas con lesiones de espalda, ciática o glaucoma.
Adho Mukha Svanasana (perro boca abajo)
Esta postura, una de nuestras favoritas en cualquier rutina de yoga matutina, promueve la circulación sanguínea en el rostro, dándole un brillo que ni Rosalía con highlighter. Algo así como esa cosita que se te queda en la cara después de haber tenido relaciones. ¿Sabes de lo que te hablo, verdad? También fortalece y tonifica los músculos faciales. Practícala así:
- Ponte en posición de mesa, es decir, con las rodillas y las manos en el suelo.
- Exhala mientras levantas las rodillas, elevando las caderas y llevándolas hacia atrás.
- Intenta estirar las piernas y llevar los talones hacia el suelo.
- Mantén la cabeza entre los brazos y mira hacia la punta de la nariz.
- Para terminar, flexiona las rodillas y vuelve a la posición de mesa.
¿Quién debería evitar esta postura o practicarla de forma supervisada?
Las personas con síndrome del túnel carpiano grave, presión arterial alta o desprendimiento de retina.
Viparita Karani (con las piernas arriba apoyadas sobre la pared)
Esta asana favorece la circulación en el rostro y alivia la tensión. El aumento del flujo sanguíneo puede rejuvenecer la piel y darle un efecto glowy digno de Ratolina, que nos ha chivado sus esenciales beauty para viajar. Te contamos cómo hacer esta postura:
- Siéntate junto a una pared, recuéstate y eleva las piernas contra esta.
- Asegúrate de que tu espalda y cabeza descansan sobre el suelo. Tu cuerpo debe formar una L.
- Para terminar, flexiona las rodillas, gira hacia un lado y usa las manos para levantarte.
¿Quién debería evitar esta postura o practicarla de forma supervisada?
Las personas con problemas oculares graves, como el glaucoma.
Sarvangasana (posición de hombros)
Gracias a Sarvangasana vamos a mejorar la circulación sanguínea de la cara, ayudando así a la piel a recibir más oxígeno y previniendo de forma potencial las arrugas y el acné. Solo por si no funciona la crema hidratante que usa la reina doña Letizia.
- Acuéstate boca arriba con los brazos a los lados.
- Eleva las piernas, los glúteos y la espalda apoyando las manos.
- Asegúrate de que el peso del cuerpo descansa sobre los hombros y la parte superior de los brazos. Para ello, estira bien las piernas.
- Termina bajando lentamente la espalda hasta el suelo apoyándote con las manos y haciendo lo propio con las piernas.
¿Quién debería evitar esta postura o practicarla de forma supervisada?
Las personas con presión arterial alta, problemas cardíacos, cervicales o glaucoma.
Halasana (postura del arado)
¿Qué nos va a aportar? Un aumento de la circulación sanguínea en el rostro, ayudando así con la desintoxicación. Prepárate así:
- Comienza recostándote boca arriba con los brazos a los lados y las palmas hacia abajo.
- Inhala y usa tus músculos abdominales para levantar los pies del suelo, colocándolos por encima de tu cabeza.
- Lleva las piernas hacia atrás hasta que los dedos de los pies toquen el suelo. Tu espalda debe estar perpendicular a este. Si lo necesitas, puedes llevar las manos hacia la espalda como punto de apoyo.
- Termina colocando suavemente las piernas sobre la cabeza y luego bájalas hasta el suelo mientras exhalas. Por cierto, estas son las mejores posturas de yoga para tonificar y mejorar la circulación de tus piernas aunque estés empezando
¿Quién debería evitar esta postura o practicarla de forma supervisada?
Las personas con hernia discal, ciática, presión arterial alta o lesiones en el cuello.
Sirsasana (parada de cabeza)
Promueve el flujo sanguíneo en el rostro y el cerebro, nutriendo la piel y equilibrando el sistema hormonal. Hazla así:
- Arrodíllate en el suelo, entrelaza los dedos y colócalos junto con tus antebrazos en el suelo.
- Coloca la coronilla en el suelo, acunada por las manos.
- Levanta las rodillas del suelo y estira las piernas. Camina con los pies hacia la cabeza y luego usa los músculos centrales para levantar las piernas en el aire. Para esto quizás te venga bien dominar estas posturas de yoga para fortalecer el core.
- Termina flexionando las rodillas y baja lentamente las piernas hasta el suelo, volviendo a la posición inicial y adoptando la postura del niño.
¿Quién debería evitar esta postura o practicarla de forma supervisada?
Las personas con lesiones en el cuello, presión arterial alta, afecciones cardíacas, glaucoma y embarazadas.
Balasana (postura del niño)
Esta postura ayuda a desintoxicar el cuerpo, lo que también tiene repercusión sobre el rostro. ¡Dale caña!
- Arrodíllate en el suelo con los muslos juntos y siéntate sobre tus talones.
- Exhala y coloca el torso sobre los muslos.
- Extiende los brazos frente a ti, con las palmas hacia abajo. Deja que tu frente toque el suelo.
- Finaliza usando tus manos para presionar el suelo y levanta el torso, volviendo a la posición de rodillas.
¿Quién debería evitar esta postura o practicarla de forma supervisada?
Personas con lesiones de rodilla o cadera.
Fotos | Pixabay et al.
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