Una mirada más abierta y bonita es posible sumando un rizador de pestañas a nuestra rutina de maquillaje

Puede que a muchas, cuando os hablan de un rizador de pestañas, os resulte uno de los "elementos de tortura" más recurrentes del mundo beauty. Si pensáis esto es porque probablemente no lo uséis de la forma correcta y estéis dejando de lado un gran aliado para abrir más nuestra mirada y hacerla más bonita.

En tiempo de mascarillas, todo lo que tenga que ver con el maquillaje de nuestros ojos es clave, las cosas como son. Por ello, todas las opciones son buenas para poner el énfasis en la zona y no podemos subestimar todo lo que un rizador puede hacer por nuestras pestañas.

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Cómo usar un rizador de pestañas

Ante todo, hay que usarlos con delicadeza. Cuando usemos un rizador, tenemos que pensar que estamos tratando una zona muy delicada y que las prisas no son buenas y menos para cosas así. Y es que, si los usamos mal, si damos tirones, si presionamos como si fuésemos Hulk, podemos llegar a dañarlas lo que no nos interesa en absoluto.

Lo primero y más fundamental es que si nos vamos a rizar las pestañas lo hagamos antes de aplicar la máscara, nunca después. La razón es muy sencilla. Cuando nos aplicamos la máscara, nuestras pestañas se endurecen, por lo que si aplicamos presión y rizamos, lo más probable es que las acabemos partiendo y, por lo tanto dañando. Así que, básico, siempre antes de maquillar.

Lo siguiente sería peinar nuestras pestañas con un goupillon (nos valdría, por ejemplo el que tengamos también para cejas), de manera que nos aseguremos que todas están perfectamente colocadas, en la misma dirección y hacia arriba.

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Luego, tendríamos que usar nuestro rizador de pestañas de los que cuentan con una almohadilla de silicona (que son los más básicos), ponemos nuestras pestañas superiores entre las dos almohadillas acercándolas al nacimiento de las mismas, presionamos ligeramente (nada de tirones ni de apretar fuerte), mantenemos unos segundos y estaría listo.

Si es necesario repetir, lo haríamos con más delicadeza todavía y, además, una vez que soltamos en la raíz, podemos ir dando toques hacia las puntas, de manera que se rice un poco más la pestaña completa.

Como trucos para que se nos ricen más, mejor y de forma más duradera, podemos calentar un poco con el secador el rizador, de manera que ayuda a que la labor sea más efectiva. Eso sí, calentad muy poco y aseguraos que el rizador no quema porque sino podéis abrasaros. Cuidado.

Después de esto, solo tenemos que aplicarnos nuestra máscara de pestañas habitual, si es de las que dan volumen mejor, y listo, luciremos una mirada mucho más abierta y espectacular. Sin duda, un movimiento que lo cambia todo.